Capítulo 7. Confianza. La clave del emprendimiento

Emprendimiento

Confianza. Esa palabra mágica que parece el pilar de cualquier emprendimiento, y que a veces sentimos que se tambalea con cada pequeño reto del día a día. Hoy vamos a hablar sobre cómo cuidar nuestra confianza en el mundo del emprendimiento y por qué es tan importante construir y proteger esa confianza en nosotras mismas para lograr todo lo que nos proponemos. ¡Bienvenidas a este episodio de El paso más fácil!

Emprender puede sentirse como una montaña gigante y, muchas veces, ser abrumador. Nos enfrentamos a desafíos constantes, a la incertidumbre, y a una montaña rusa de emociones. La verdad es que no es sencillo. ¿Quién no ha tenido momentos en los que siente que tal vez no está lista o que quizás se ha metido en algo “demasiado grande”? Ese pensamiento es bastante común y, justamente aquí, es donde entra en juego la confianza.

¿Cómo se sostiene toda esta incertidumbre sin confianza? La respuesta es que es casi imposible. Por eso, nutrir nuestra confianza todos los días es tan importante para mantenernos en el camino y lograr nuestras metas.

Cuidar tu confianza es cuidar tu crecimiento; y para ello, necesitamos un entorno adecuado, una mentalidad fuerte y una serie de prácticas que nos sostengan en los momentos difíciles.

Cuidar tu confianza es cuidar tu crecimiento

La confianza es como un músculo que se entrena. Y hoy quiero compartir contigo algunas de estas claves para cuidar y fortalecer este músculo cada día. Empecemos.

Cómo cuidar nuestra confianza

El entorno que te rodea importa

Tu entorno tiene un impacto tremendo en tu confianza. Imagina que estás dando tus primeros pasos en el emprendimiento, y a tu alrededor tienes personas que, en lugar de animarte, te llenan de dudas y miedos. Rodearte de personas que apoyen tu camino es clave. Si en tu familia, amigos o pareja no encuentras el apoyo que necesitas, ¡búscalo en otros lugares! Crea un entorno de personas que entiendan tus miedos y que te sostengan en cada paso que das.

Anécdota: Hace unos años, cuando estaba comenzando en este negocio, una diseñadora de prestigio me pidió que desarrollara uno de sus diseños. Yo estaba emocionadísima… y aterrada a la vez. Pero al terminar el trabajo yo estaba superorgullosa porque había sido un trabajo muy desafiante y mi clienta había quedado encantada. 

Así que fui a celebrarlo con un amigo:

—¿Qué celebramos?
—He terminado un trabajo muy desafiante, y la clienta ha quedado feliz.
—A ver si esto te sirve para darte cuenta de que… todo esto quizás te queda grande.

¿¡Quéeeee!? Pensé que iba a decirme que a ver si me daba cuenta de cuánto valgo yo para esto… 😂 Este tipo de comentarios pueden hundirnos si no estamos firmes en nuestra confianza. A veces esas personas nos dicen estas cosas para “protegernos”, pero lo que realmente hacen es proyectar sus propios miedos en nosotras.

Yo tuve suerte porque me dijo esto una vez había terminado el trabajo y tenía la confianza por las nubes, así que lo me apeteció es triunfar y darle con un zasca en las narices.

Pero, ¿y si me lo llega a soltar en medio del desafío? Me habría bajado la confianza a límites insospechados

El cerebro: el aguafiestas de la confianza

Nuestro cerebro está diseñado para protegernos y su forma de hacerlo es buscando el escenario más desastroso posible. Así que muchas veces nos lanza mensajes que debilitan nuestra confianza, como: «¿Pero quién te va a comprar esto a ti, con la de gente que hay vendiendo lo mismo y más barato?» o «¿Quién te has creído que eres para hablar de este tema?»

Esto sucede porque el cerebro se enfoca en el miedo como una estrategia para mantenernos a salvo. Pero aquí es importante reconocer que estas voces negativas no representan la realidad y que tenemos el poder de reprogramarlas. Cuanto más trabajamos en entender este proceso, más fácil se hace ignorar esas ideas catastróficas y fortalecer la confianza en lo que somos y en lo que hacemos. 

Nuestro cerebro, para protegernos, siempre busca escenario más desastroso posible

La experiencia y los pequeños éxitos

Al comienzo de cualquier proyecto, es difícil tener confianza porque es la primera vez que enfrentamos algo nuevo y no sabemos exactamente qué esperar. Sin embargo, la experiencia es un grado; con el tiempo, y a medida que vamos ganando experiencia, la confianza crece de forma natural. Cada pequeño éxito que logramos suma puntos a nuestra “cuenta de confianza”.

Un truco que te ayudará mucho es cumplir con las pequeñas metas que te propones. Si te marcas un objetivo inalcanzable, como: «mañana iré al gimnasio, prepararé una comida saludable, trabajaré 10 horas porque tengo que entregar un proyecto, tendré toda la tarde para mi hijo y además no me enfadaré en todo el día», todos sabemos que no va a pasar. Al final del día, tu cerebro te recordará que no lograste lo que planeaste y te hará sentir como un desastre, diciéndote que, no consigues lo que te propones, que eres un desastre y que como vas a conseguir nada en la vida si no consigues cumplir con un dia de tu agenda. Una alternativa para nutrir esa confianza es proponerte tareas más sencillas. Puedes leer más detalles en el capítulo 1 de «El paso más fácil». Al empezar con objetivos alcanzables, entrenas a tu cerebro y a ti misma a conseguir lo que te propones, y terminas la noche diciendo: «¡Joder, soy la puta ama! ¡Mañana más!»

Cumplir con lo que te propones alimenta la confianza en ti misma y en tus habilidades.

Dos claves de la confianza en el emprendimiento

Antes de terminar, quiero mencionarte dos aspectos esenciales de la confianza en los negocios que, aunque no profundicemos hoy, son puntos a tener en cuenta:

  1. La confianza en lo que vendes: Si no crees en lo que ofreces, tu mensaje no tendrá la fuerza que necesita para generar interés. Creer en el valor de tu trabajo y transmitirlo con convicción es clave para conectar con tus clientas ideales.
  2. La confianza de los demás: Por ende, si no proyectas confianza en tí, en tu negocio y en lo que haces, será muy difícil que los demás confíen en ti. Tu audiencia y clientas necesitan sentir seguridad en tu mensaje y en lo que ofreces.

En resumen, la confianza es el motor que nos impulsa a crecer, a superar miedos y a enfrentar cada día con energía. Crear un entorno positivo, conocer cómo funciona nuestra mente y cumplir con nuestras propias metas son tres prácticas que fortalecen esa confianza de manera real y duradera. Recuerda, confiar en ti misma es el paso más importante hacia el éxito.

Y ahora, me encantaría escuchar tus trucos para mantener tu confianza a tope. ¿Qué haces tú para alimentar ese músculo de la confianza?

Suscríbete a mi newsletter

Y NO TE PIERDAS NOVEDADES, POSTS INTERESANTES Y MUCHO MÁS