Capítulo 4. El core de las emprendedoras

Emprendimiento

Hola y bienvenidas a un nuevo episodio de El paso más fácil.

Hoy quiero hablaros del core de las emprendedoras. Y no, no vamos a hablar de ejercicio físico, aunque entrenar nuestro cuerpo también es súper importante. Hoy vamos a tratar 4 habilidades clave que debemos entrenar en nuestra vida, pero si además eres emprendedora, tendrás que trabajarlas cada día.

1. Responsabilizarte de tu vida

Empezamos fuerte. A veces, en la vida podemos sentirnos atrapadas, como si no hubiera salida y nos hubiera tocado vivir de una forma determinada. No nos damos cuenta del poder que tenemos: el poder de cambiar el rumbo de nuestra propia vida. Pero muchas veces no llegamos a creernos que el cambio es posible. Y claro, además eso implica mucha responsabilidad. Es más cómodo quedarnos en ese papel de víctima, contándonos todas las excusas del mundo:

  • “Es que mi entorno no me ayuda.”
  • “Es que el mercado está difícil.”
  • “Es que en mi ciudad no vendo.”
  • “Es que no sé hacerlo.”
  • “Es lo que hay.”

Vaya con la última frasecita: Es lo que hay.

Hace años trabajaba en una empresa con un ambiente horrible. Hablaba con mis compañeros y podíamos pasar todo el día contando anécdotas de lo que nos había hecho el jefe: “Pues a mí me ha hecho esto, y luego lo otro, y mira qué mal…” Y después de desahogarnos un buen rato, había uno que siempre terminaba diciendo: “Bueno, pero es lo que hay.”

Hasta que un día te das cuenta: ¿De verdad es lo que hay? ¿No hay otra salida para mí en la vida? ¿No hay miles de empresas en España donde pueda trabajar y encontrar un jefe decente? Al final, dejé esa empresa y con el tiempo monté mi propio negocio, en el que trabajo mucho más feliz, me siento más realizada y en un ambiente cero tóxico.

Ahora, seguro que estás pensando: “Ya, pero no es tan fácil, Belén”. Y claro, tienes razón. Nunca he dicho que fuera fácil. Pero es posible, y darte cuenta de que existe esa posibilidad es el primer paso.

Chicas, siempre habrá alguna excusa o miedo a mano, pero el éxito está en superar esas barreras, aunque sea paso a paso. ¿Tu entorno no te ayuda? Entonces busca otra opción: delega, organiza mejor tu tiempo, rodéate de un entorno que te apoye. ¿No vendes en tu ciudad? El mundo digital está lleno de oportunidades.

La clave está en buscar herramientas para solventar todas esas trabas que, aunque seguirán ahí, nosotras tenemos la capacidad de sortearlas.

2. Toma de decisiones

Ser emprendedora implica tomar decisiones constantemente. A todas horas. Decisiones que no solo afectan a tu negocio, sino también a tu vida y a tu familia. Y aquí es donde muchas de nosotras nos bloqueamos, ¿verdad? Parece que cuanto más importante es la decisión, más difícil se vuelve. Pero incluso las decisiones pequeñas importan.

Un consejo: no sobreanalices ni te paralices pensando. Planificar es clave, pero la planificación también es, en sí misma, tomar decisiones.

Recuerdo cuando llegó el momento de escoger colegio para mi hijo. De repente, le puse demasiado peso a esa decisión. ¿Y si me equivoco? ¿Y si lo llevo a un colegio donde no se lleva bien con nadie, o hacen bullying, o los profesores no son buenos? En fin, me entró la paranoia y caí en la mentalidad del todo o nada de la que hablaba días atrás, como si solo hubiera un colegio correcto y tuviera que acertar cuál era. Al final, un día me di cuenta de la presión que estaba poniendo sobre esa decisión y le quité hierro al asunto. En todos los colegios hay algún profesor malo, en cualquiera va a hacer amigos porque es un niño muy sociable, y si el colegio no nos gusta, por lo que sea, pues lo cambiamos al año siguiente. La decisión fue mucho más fácil de lo que yo misma la estaba haciendo.

El miedo a equivocarse siempre está ahí, pero lo peor que puedes hacer es no decidir nada. Si no tomas la decisión, la vida lo hará por ti, y en ese caso no tendrá en cuenta tus necesidades.

3. Desarrollo personal y profesional

No podemos separar al 100% la parte profesional de la personal. Somos una sola. El crecimiento es indivisible. Crecemos como personas y como profesionales al mismo tiempo, porque somos una.

Si tú no estás bien como persona, tu negocio lo va a notar (sobre todo si todavía no tienes equipo). Y si no creces a nivel profesional, tampoco avanzará. Por eso, invertir en desarrollo personal y profesional es una de las mejores cosas que puedes hacer. Conocerte a ti misma, entender tus limitaciones, trabajar en tus fortalezas, marcar tus objetivos, eso te llevará más lejos que cualquier estrategia de marketing.

En el lado profesional, invierte en formaciones, busca mentoras, sigue aprendiendo. Pero no descuides el desarrollo personal: técnicas de gestión emocional, meditación, coaching…

Yo, desde que comencé a emprender, he invertido en todas esas áreas y sigo aprendiendo cada día. Invierte en tu crecimiento personal y profesional, en lo que a ti te funcione. Si tú creces, tu negocio también lo hará.

4. Aprender a hacer las cosas con miedo

Y esto me lleva a la última habilidad esencial: hacer las cosas con miedo. Porque el miedo no desaparece, chicas. Jamás. Solo se transforma.

Ese vértigo que sentiste la primera vez que pensaste en emprender no se va, solo cambia de lugar. Cada nueva fase, cada nuevo reto trae su propia dosis de miedo. Pero, ¿sabes qué? Eso está bien. Si tienes miedo, es porque estás haciendo algo importante, algo que realmente vale la pena.

El truco no es esperar a que el miedo se vaya, sino aprender a avanzar con él a tu lado. Como dice una de mis frases favoritas: “Hazlo, aunque tengas miedo”. Solo así crecerás.

Y para muestra, un botón: aquí estoy yo, saliendo de mi zona de confort, escribiendo un episodio semanal con el miedo sentadito a mi lado, frenándome en cada línea que avanzo.

Conclusión

Ser emprendedora va mucho más allá de tener una idea de negocio. Es un viaje de autoconocimiento, de responsabilidad, de tomar decisiones y de avanzar con miedo. Pero si entrenas estas habilidades, casi no hay límites para lo que puedes lograr.

Toma las riendas, empieza a trabajar en estas áreas y verás cómo, poco a poco, tu vida y tu negocio se alinean. Recuerda, ¡estás construyendo tu vida!

Suscríbete a mi newsletter

Y NO TE PIERDAS NOVEDADES, POSTS INTERESANTES Y MUCHO MÁS